La grasa del cuerpo o tejido adiposo no sólo almacena energía, también sintetiza un gran número de sustancias como la leptina, mejor conocida como la hormona de la saciedad. Cuando hay suficiente tejido adiposo en el cuerpo de una persona con peso normal, ésta hormona se libera y a través de la sangre envía una señal al cerebro, para reducir el consumo de alimentos al mismo tiempo que incrementa el gasto de calorías (Anaya COM, Ariza IDS; 2004).
En consecuencia, una imperfección en la producción de ésta hormona o una resistencia a su acción en el cerebro y los cambios de concentración de la misma en sangre, dependiente de tus hábitos alimenticios, grado de ejercicio y constitución física, contribuyen al aumento de tu peso corporal.
Una dieta rica en lípidos se asocia a mayor deseo de comer que una dieta rica en azucares y cuando las personas son obesas, las células que almacenan la grasa o adipositos la producen en mayor cantidad. (A su vez, ésta hiperleptinemia produce cambios en el organismo que inducen un estado inflamatorio, por actuar directamente sobre células del sistema inmune y como resultado contribuye a una peor evolución de inflamaciones crónicas como resistencia a la insulina y asma bronquial.
La leptina en concentraciones altas y enfermedad se encuentra en el aumento de la presión sanguínea, porque incrementa la actividad del sistema nervioso simpático, y según Álvarez A y colaboradores, determina la relación directa entre el aumento de riesgo de enfermedades cardiovasculares y obesidad. También causa alteraciones de la reproducción al intervenir en el eje hormonal hipotálamo-hipófisis-gonadal (HHG) en mujeres obesas produciendo alteraciones menstruales y disfunción reproductiva.


La reducción del peso por cambios en la dieta en adultos obesos está clínicamente probado que disminuye la concentración de sustancias asociadas a proceso inflamatorio crónico como son la proteína C reactiva (PCR), interleucina 6 (IL-6) y el receptor del factor de necrosis tumoral alfa (sFNT1). Esta asociación no existe entre la pérdida de peso y el ejercicio en el mismo grupo de personas.
Como puedes ver, la leptina regula la respuesta compensatoria en el balance energético de tu cuerpo y afecta a los demás sistemas orgánicos, Es por eso que los médicos siempre recomiendan una pérdida de peso de por lo menos el diez por ciento en personas con Índice de Masa Corporal ≥30 u obesas, especialmente si ya presentan alguna manifestación clínica o riesgo específico de daño a la salud como aterosclerosis o hipertensión arterial sistémica.
Para que aprendas a llevar un plan dietético adecuado y puedas prevenir riesgos a tu salud, es importante hacerte un estudio médico integral. Asesórate con tu médico familiar para que te indique como hacerlo.
Por: Dra. Monica G. Santamaría
Staff de Redacción Entrenadorpro.com
Fuente:
Álvarez A et al (2004). Hiperleptinemia como factor de riesgo en hipertensión arterial asociada a obesidad. Med Clin123(20):766-9.
Anaya COM, Ariza IDS (2004). Avances en obesidad. Rev Fac Med Univ Nac Colomb 2004; 52: 270-286.
Carey N and Alan RS (2011). Inflammatory links between obesity and metabolic disease. J Clin Invest.121(6):2111-2117
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