Antes de ingresar al interesante tema del té en la salud, nos parece muy importante hacer de tu conocimiento algunos términos:
Infusión
· Bebida que se obtiene de diversos frutos o hierbas aromáticas, como té, café, manzanilla, etc., introduciéndolos en agua hirviendo.*
Té
· Arbusto del Extremo Oriente, de la familia de las Teáceas u hoja de este arbusto, seca, arrollada y tostada ligeramente. Infusión de las hojas de este arbusto.*
*Fuente: Diccionario de la Real Academia Española.
En diversos países se le llama té a cualquier infusión, sin embargo lo correcto sería llamarle así únicamente a cualquier bebida preparada con este tipo de hojas. La información previa se debe a que en este artículo hablaremos estrictamente sobre los beneficios de las hojas del té.
Las hojas del árbol del té contienen numerosos compuestos tales como polisacáridos, aceites esenciales, alcaloides (ej. la teobromina o la cafeína) y polifenoles. Estos compuestos tienen propiedades antioxidantes y estimulantes, si bien su eficacia disminuye a medida que el té es más oscuro, es conocido que el té verde el más saludable.
Los flavonoides del té tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antialérgicas y antibacterianas y fortalecen las venas. Los taninos tienen también propiedades antisépticas y antioxidantes, siendo los más abundantes la galocatequina, la epicatequina y la sus galatos. El té verde es también rico en vitamina C: dos tazas del día de té verde suministran la misma cantidad de vitamina C que 3 vasos de zumo de naranja pero esta afirmación además de osada es poco creíble y menos saludable resulta mucho mejor consumir 5 piezas de fruta al día.
El té es utilizado desde la antiguedad para el tratamiento de la diarrea, disentería y otras afecciones gastrointestinales. Los extractos de té, administrados por vía oral o aplicados en forma de compresas o cataplasmas son remedios muy eficaces en una variedad de enfermedades dermatológicas que van desde la picadura de insectos hasta quemaduras y heridas. En animales de laboratorio, extractos de té verde aplicados localmente inhiben el crecimiento de algunos tumores.
Otras propiedades documentadas del té son efectos beneficiosos en algunas enfermedades cardiovasculares y sus efectos hipocolesterolemiantes (disminuye el colesterol). Aunque el té contiene menos cafeína que el café o las bebidas a base de cola, su consumo en exceso puede ocasionar insomnio.
Componentes del té | Polifenoles
El té contiene varios tipos de polifenoles pero los más abundantes son los flavonoides. En un principio se pensó llamarlos vitamina P, pero su enorme variedad impidió clasificarlos como una sola vitamina. Se trata de nutrientes distintos a las vitaminas y a los minerales, entre cuyas funciones está la de actuar como antioxidantes, protegiendo a los tejidos del deterioro causado por los radicales libres.
El Dr. Paul Kroon afirma que en el cuerpo humano estos compuestos fermentan activados por las bacterias que habitan en nuestro sistema digestivo, creando metabolitos que pueden ser beneficiosos, por ejemplo, por su actividad antioxidante. Las investigaciones indican que los polifenoles pueden tener capacidad antioxidante con potenciales beneficios para la salud. Podrían reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y cáncer.[ Las principales fuentes de polifenoles son bayas, té, cerveza, uvas/vino, aceite de oliva, chocolate/cacao, nueces, cacahuate, soya, aceite de oliva, el ajo, las patatas, granadas, yerba mate, y otras frutas y vegetales.
Los principales flavonoides presentes en el té pertenecen a un tipo de sustancias conocidas genéricamente como catequinas. Las cuatro principales catequinas del té son : EC, ECG, EGC y EGCG. Diferentes investigaciones han demostrado que las EGCG por si sola concentran el 32% de toda la actividad antioxidante del té verde. Las catequinas del té verde son 100 veces más efectivas que la vitamina C y 25 veces más potentes que la vitamina E.
La acción antioxidante del té verde es la base de casi todas las propiedades saludables:
· previene las enfermedades cardiovasculares evitando la oxidación del colesterol LDL
· reduce los riesgos de cáncer impidiendo que los radicales libres dañen y causen mutaciones a las células
· retrasa el envejecimiento de la piel y de los órganos internos.
Cafeína
Gran parte de la popularidad que el té ha disfrutado a lo largo de la historia se debe a su efecto estimulante, el cual se traduce en un incremento del estado de alerta, aliviando al mismo tiempo la fatiga. Su contenido en cafeína es el causante principal de estos efectos. Otras sustancias presentes de la misma familia son la teofilina y la teobromina.
La ingestión de cafeína reduce los tiempos de reacción, incrementa el estado de alerta y mejora la concentración mental. Entre sus efectos físicos figura una estimulación de los jugos gástricos, de los riñones y de todo el metabolismo general de modo que posiblemente ayude a eliminar toxinas. Su estímulo sobre el músculo cardíaco y sobre todo el sistema respiratorio generan un mayor aporte de oxígeno al cerebro y un mayor rendimiento muscular.
En los últimos años la cafeína ha sido motivo de creciente preocupación por sus posibles efectos negativos sobre la salud, principalmente entre quienes ingieren cantidades considerables. Entre los síntomas generados por una excesiva ingesta de cafeína se pueden citar: diarreas, insomnio, ansiedad, dolores de cabeza, irritabilidad y dolores agudos en el pecho.
A quienes les preocupe el contenido de cafeína han de tener en cuenta lo siguiente:
· El café contiene más cafeína que el té negro y éste a su vez, más que el té verde.
· Las bolsitas de té liberan un porcentaje significativamente mayor de cafeína que el té en hojas.
· Se puede recurrir al té verde descafeinado, aunque el proceso de descafeinización siempre elimina un cierto porcentaje de polifenoles y otras sustancias benéficas
Un consumo moderado de cafeína eleva el ritmo metabólico basal en un 10%, es decir la energía necesaria para mantener el funcionamiento del cuerpo se incrementa en dicho porcentaje. Quienes quieran perder peso, pueden aumentar su desgaste de calorías sin realizar ejercicio físico. No obstante esta ventaja desaparece si la bebida se toma con azúcar.
Por otra parte, parece ser que los polifenoles inhiben la actividad de la enzima amilasa, lo cual podría provocar un ligero descenso en el apetito.
Vitaminas
Los polifenoles no son los únicos antioxidantes que contiene el té verde, además presenta vitaminas como la A, B2, C y carotenoides.
La vitamina A ejerce un efecto protector sobre las mucosas y protege al sistema cardiovascular reduciendo la oxidación del colesterol LDL, causante de la arteriosclerosis.
La vitamina B2 ayuda a mantener una piel sana, así como el cabello y las uñas, siendo muy beneficiosa para la visión ya que alivia la fatiga ocular.
La vitamina C protege del cáncer de la cavidad bucal, de esófago, estómago y páncreas, al tiempo que evita la oxidación de las vitaminas A y E, prolongando su efectividad
La vitamina E es también un potente antioxidante, que cumple la función de proteger las membranas celulares del daño causado por los radicales libres. También se dice que reduce la incidencia de ciertos tipos de cáncer, especialmente de pulmón, esófago y estómago.
Minerales
Los minerales presentes en el té son realmente numerosos. Entre ellos está el calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro, cobre, zinc, molibdeno, sodio, fósforo, cobalto, estroncio, níquel, potasio, aluminio, flúor y selenio.
Mientras que las necesidades corporales de algunos de ellos están normalmente cubiertas por la alimentación habitual, como es el sodio, el calcio o el hierro, no ocurre lo mismo con otros como el manganeso o el selenio, de los cuales es deficitaria una gran parte de la población y cuya carencia puede originar trastornos crónicos.
Una sola taza de té verde contiene la cantidad de manganeso que el cuerpo necesita diariamente. Lo mismo ocurre con el flúor, responsable tal vez de los probados efectos benéficos que el té verde tiene sobre la dentadura, por su notable protección contra la caries.
Aminoácidos
El té verde contiene numerosos aminoácidos (triptofano, glicina y serina, entre otros) pero hay uno que es exclusivo del té verde: la teanina (L- Teamina). En la actualidad se están realizando diversas investigaciones sobre la teanina, pues se dice que se ha demostrado que incrementa significativamente la efectividad de diversas medicaciones contra el cáncer.
En un estudio publicado en 2007 realizado en 1500 mujeres postmenopaúsicas de > 70 años, de una duración de 5 años, se compararon los efectos del consumo diario de té (verde o negro) sobre la densidad ósea y la incidencia de fracturas. En comparación con las mujeres que no consumieron té durante el estudio, la densidad ósea fue significativa mayor en las bebedoras de té y la pérdida de masa ósea y la incidencia de fracturas significativamente menor. Los autores atribuyen estos efectos beneficiosos del té al flavonoide -epigallocatequina-3-galato.
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